Se pueden resumir los solemnes cultos cuaresmales celebrados estos días con tres sencillas palabras: devoción, servicio y participación.
Devoción, porque en todo momento se ha podido apreciar la veneración que despiertan las Sagradas Imágenes de los Titulares de la Hermandad, y de forma muy especial en estos días la de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder, a quien hemos dedicado el piadoso Quinario.
Servicio al Señor, para su mayor gloria, como han demostrado con su dedicación, entre otros, los responsables del área de cultos, el numeroso cuerpo de jóvenes acólitos y de una manera especial el equipo de priostía, montando un artístico altar para el Quinario al Señor del Gran Poder, que ha sido unánimemente elogiado por quienes han acudido estos días pasados a la Real Colegiata de San Isidro.
Y participación, numerosa e ilusionada la de nuestros hermanos, tanto los recientemente incorporados, como los más veteranos, asistiendo y participando en los cultos extraordinarios que han tenido lugar durante los pasados días.
Nuestro Consejero Espiritual, el Rvdo. P. D. Ángel L. Miralles, ha presidido el referido Quinario y la posterior Función Principal de Instituto, celebrada el tercer domingo de Cuaresma, resaltando en sus magistrales homilías la importancia de este tiempo litúrgico de conversión y preparación espiritual, señalando también el compromiso de pertenecer a la Hermandad, como muestra de una firme voluntad de servir dando gloria al Señor y de seguir sus enseñanzas, siguiendo el ejemplo de la Santísima Virgen.
Agradeciendo la asistencia de las representaciones y personalidades que nos han acompañado en estos días, quedamos emplazados para los significativos cultos y actos programados para lo que resta de Cuaresma, como prólogo de una ya cercana Semana Santa.