Señor mío Jesucristo, en este día pedimos la virtud de la humildad.
ORACIÓN:
Humildísimo Jesús del Gran Poder: concedednos por esta infinita humillación que yo me humille cuando Vos queréis, para vencer a mis enemigos y merecer vuestra gracia; para que así me haga digno de participar de los efectos de vuestro Gran Poder, y los frutos de vuestra Cruz en el remedio de mis necesidades, tanto en el tiempo de mi vida, como en la hora de mi muerte, para el logro de una feliz eternidad. Amén.
PADRE NUESTRO, AVE MARÍA Y GLORIA