REFLEXIÓN DE NUESTRO CONSEJERO ESPIRITUAL RVDO. D. ÁNGEL LUIS MIRALLES SENDÍN
San Manuel González García, el Obispo de los Sagrarios Abandonados, que fue canonizado el 16 de octubre 2016 esta muy presente en nuestra Hermandad. Delante de Nuestra Madre de la Esperanza Macarena tenemos una reliquia suya y cada año el 16 de octubre recordamos su canonización y nos ponemos bajo su protección.
San Manuel falleció en el Sanatorio madrileño del Rosario el 4 de enero de 1940. Esta enterrado en la Catedral de Palencia. En su lápida pidió colocar frases que ya han pasado a ser tan famosas como su vida:
«Pido ser enterrado junto a un Sagrario,
para que mis huesos, después de muerto,
como mi lengua y mi pluma en vida,
estén siempre diciendo a los que pasen:
¡Ahí está Jesús! ¡Ahí está! ¡No lo dejéis abandonado!.
Madre Inmaculada, san Juan, santas Marías,
llevad mi alma a la compañía eterna
del Corazón de Jesús en el cielo».
Bien, pues, en este tiempo no nos viene nada mal considerar su amor al Señor en la Eucaristía.
San Manuel González escribe: “Asomaos cuántas veces paséis por delante de un Sagrario y decid muy bajito , pero con toda el alma: ¡Corazón de mi Jesús, que yo me dé cuenta de que tú estás ahí!… Yo os aseguro que el día en que acabéis de daros cuenta de eso, nadie os va a ganar en alegría y felicidad”.
Así nos enseña San Manuel donde apoyar nuestros deseos de felicidad y de a pesar de todo estar alegres y vivir con esperanza.
En algún momento él también indica lo fácil que nos resulta excusarnos para no estar con Él en la Misa o en el Sagrario. Así nos dice que en esos momentos faltamos a la lógica. Pues, sabiendo que tenemos a Dios encerrado en el Sagrario, nos distraemos con muchas cosas que nos dejan insatisfechos.
¡Ahí está Jesús!