El recuerdo de tan importante efeméride tiene su origen en Jerusalén, y comenzó en el siglo V como la fiesta de la basílica «Sanctae Mariae ubi nata est», emplazada en el supuesto lugar donde nació María, actualmente la basílica de Santa Ana. En Roma, se inició su celebración en el siglo VIII, con el Papa Sergio I. Hoy la conmemoramos gozosamente, y con tal motivo, el equipo de priostía de la hermandad, ha revestido, con singular esmero, a nuestra Sagrada Titular Mariana.