COMO ES HABITUAL EN LA SANTA MISA DE HERMANDAD DE LOS VIERNES, NOS UNIMOS EN ORACIÓN Y PEDIMOS A NUESTROS SAGRADOS TITULARES POR NUESTROS HERMANOS DIFUNTOS Y, ESPECIALMENTE, POR EL ALMA DE TODOS LOS MILES DE FALLECIDOS COMO CONSECUENCIA DE LA GRAVE EPIDEMIA QUE PADECEMOS.
DONDE HAY CARIDAD Y AMOR, ALLÍ ESTÁ EL SEÑOR.
JESÚS NAZARENO, DIOS Y REDENTOR MÍO, AYÚDANOS CON TU GRACIA,
PARA QUE, INVOCANDO TAMBIÉN A LA SANTÍSIMA VIRGEN DE LA ESPERANZA,
ENCONTREMOS LA SALUD DE ALMA Y CUERPO.
AMÉN