Cierto es que a muchos de los que estábamos ese jueves 4 de abril en la Colegiata, nos inspiraba fuertemente el título de la nueva marcha que se estrenaba esa tarde, coincidente con el lema de nuestra próxima Estación de Penitencia, pues si alguna posibilidad vamos a tener de alcanzar un día lo más alto que puede soñar un creyente, no encontraremos otro medio más acertado para conseguirlo que hacerlo de la mano de la Virgen de la Esperanza, mejor abogada no existe.
Y después de escuchar las primeras marchas procesionales, interpretadas magistralmente por la Música de nuestro Hermano de Honor el Regimiento de Infantería “Inmemorial del Rey” nº 1, bajo la dirección del Teniente Coronel Lizana, la voz prodigiosa del saetero Juan Francisco“Ríos Cabrillana” nos predisponía a escuchar “Al Cielo, por la Esperanza”, magnífica pieza musical, estrenada en esta ocasión, que generosamente ha sido donada a la Hermandad por su compositor D. Francisco José Fernández Otero, como prueba de la devoción que profesa a nuestra Sagrada Titular Mariana. Y tras la interpretación de “La Madrugá” que cerraba el concierto, llegó el momento que con tanto anhelo esperábamos.
La Imagen sublime de María Santísima de la Esperanza Macarena Coronada había sido engalanada para la ocasión, con su habitual maestría y gusto exquisito, por Julián y Juan Carlos, y adornado su paso de traslado con un artístico exorno floral, obra del inigualable Guillermo, resultando un armonioso y elegante conjunto del que todos hemos podido disfrutar, bellísima estaba la Señora. Y embelesados con tanta hermosura, veíamos como sus costaleros la empezaban a llevar, sobre sus hombros, con mimo, al frente Juan Carlos mandando, por el pasillo central del templo, que se encontraba abarrotado de gente, especialmente miembros de la Hermandad, que desde dos horas antes ocupaban sus sitios.
Al llegar la Imagen al Paso, mientras escuchábamos la Salve, en una segunda brillante intervención del saetero, todos los ojos estaban pendientes de ese momento, en el que la Reina de la Colegiata llegaba a su trono, pero este año Ella iba deslizándose, majestuosa y silenciosamente, para situarse finalmente bajo su Palio, motivando que el corazón de los presentes fuera elevando sus latidos con gran intensidad. Enhorabuena al fabuloso equipo de priostía.
Antes de iniciarse el traslado de María Santísima de la Esperanza Macarena, nuestro Hermano Mayor, destacó en su intervenciónla unión fraterna que nos une con las Fuerzas Armadas y los Cuerpos de Seguridad del Estado, con una mención especial al Benemérito Instituto de la Guardia Civil, por la celebración de su 175 aniversario fundacional, reconociendo a todos ellos el heroico y abnegado servicio que dedican a nuestra Patria, y deseando a los presentes una gloriosa y edificante Semana Santa.
En tan memorable jornada, estuvimos acompañados por el Teniente General 2º JEME del Ejército y otros destacadosGenerales del Ejército de Tierra y de la Guardia Civil,así como por una importante representación de la Plana Mayor del Regimiento de Infantería “Inmemorial del Rey” nº 1, encabezada por su Coronel Jefe, con la presencia también del anterior Coronel Jefe de dicho Regimiento, Hermanos de Honor, Hermanos Mayores y otros miembros de Juntas de Gobierno, de distintas y numerosas congregaciones, hermandades y cofradías que nos son más cercanas. Para laspersonalidades, representaciones, hermanos y amigos presentes, nuestro profundo agradecimiento por honrarnos con su asistencia, e igualmente, una vez más, hemos de resaltar la incondicional ayuda que nos presta nuestro Consejero Espiritual y Párroco de la Real Colegiata y Basílica de San Isidro, para poder llevar a cabo el referido concierto de marchas procesionales, gracias D. Ángel.
Sin duda, ha sido una inolvidable celebración, que nos predispone, con el mejor ánimo, a vivir un cercano y soñado Jueves Santo.