En la tarde del viernes de Dolores, tuvo lugar el traslado de la Sagrada Imagen de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder a su paso procesional. Una vez finalizada la celebración eucarística, que estuvo presidida por el Rvdo. Padre D. Javier García Martin Vicario Parroquial y concelebrada por nuestro hermano Rvdo. P. D. Miguel Ángel Toledo Fernández, comenzó a desfilar el cortejo con un grupo de hermanas portando hachetas, la Junta de Gobierno, acompañada del General de Brigada D.Rafael Fernández-Shaw Domínguez del Ejército del Aire, y un disciplinado cuerpo de acólitos. Tras el paso de traslado, los sacerdotes oficiantes de la Santa Misa de Hermandad, D. Javier y D. Miguel Ángel.
Se apagaron las luces de la Colegiata, y cuando el capataz Alberto Ferreira ordenó levantar, sonó una preciosa saeta en la voz de Cristina Soler, que fue preludio de un cúmulo de fervorosas sensaciones para todos los presentes, numerosos hermanos y devotos, que en respetuoso silencio y visiblemente emocionados, eran afortunados testigos del paso de Jesús Nazareno, nuestro Señor del Gran Poder, que, iluminado únicamente por cuatro faroles, y con el sonido de una música de capilla, avanzaba majestuoso, llevado con armonioso andar a hombros de sus costaleros.
Al llegar a su áureo trono, en el cual destacaban los cuatro faroles recientemente restaurados, nuestro Sagrado Titular fue elevado, poco a poco, con suma precisión y cuidado, se escuchó una nueva saeta de Cristina Soler, y tras un esmerado trabajo del Prioste y sus ayudantes, y el rezo del Padrenuestro, comenzó el traslado a su capilla, por su cuadrilla de costaleros, “Ahí quedó” dijo el Capataz, y de ahí le vamos a llevar, el Jueves Santo, en Estación de Penitencia, por las calles y plazas del viejo Madrid, con un especial mensaje de evangelización para todos los que contemplen ese día su divino rostro.






