Rvdo. P. D. Ángel Luis Miralles Sendín
Rector de la Real Colegiata y Basílica de San Isidro
Consejero Espiritual de la Hermandad

“Todos estamos llamados a ser santos viviendo con amor y ofreciendo el propio testimonio en las ocupaciones de cada día, allí donde cada uno se encuentra. ¿Eres consagrada o consagrado? Sé santo viviendo con alegría tu entrega. ¿Estás casado? Sé santo amando y ocupándote de tu marido o de tu esposa, como Cristo lo hizo con la Iglesia. ¿Eres un trabajador? Sé santo cumpliendo con honradez y competencia tu trabajo al servicio de los hermanos. ¿Eres padre, abuela o abuelo? Sé santo enseñando con paciencia a los niños a seguir a Jesús. ¿Tienes autoridad? Sé santo luchando por el bien común y renunciando a tus intereses personales. Deja que la gracia de tu Bautismo fructifique en un camino de santidad. Deja que todo esté abierto a Dios y para ello opta por él, elige a Dios una y otra vez”. (Exhortación Apostólica GAUDETE ET EXSULTATE del Santo Padre Francisco).

Con estas palabras, el Papa nos anima a perseverar en nuestra vocación.

Es lógico entender que nuestra fe no está para sumergirnos en el pesimismo ni en el derrotismo. Tampoco es un camino para “ir tirando por esta vida”. Como nos dice el Papa es “optar por Dios, elegir a Dios una y otra vez” y ser plenamente felices.

El Señor nos abre puertas para que tomemos determinaciones y darnos fuerza en este itinerario de la fe. Una de esas puertas abiertas por Dios mismo es nuestra Hermandad.

Pertenecer a la Hermandad de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder y María Santísima de la Esperanza Macarena es hacer una opción por Él, es elegir al Señor y a Su Madre Santísima para que vivan en nuestro día a día. Es una elección extraordinaria que nos hace partícipes de una Realidad Divina, de unas Gracias, que nos ayudan a crecer en felicidad, en santidad.

Bendito sea Dios que nos tiene prendados por medio de Nuestros Sagrados Titulares y así vamos dando frutos de amor santo.

Cuántas gracias debemos dar el Señor por este camino en el que nos encontramos y que nos lleva al Cielo. Os animo a participar con regularidad en los cultos de nuestra Hermandad, que nos garantizan esa perseverancia en la fe auténtica y firme. Él nos dará muchísimo más de lo que podemos imaginar si dejamos otras actividades o cosas por estar a su lado y al lado de su Madre.

¡Ánimo! ¡Para Dios no hay nada imposible! Vamos a dejar que se luzcan Nuestro Padre Jesús del Gran Poder y la Esperanza Macarena en nuestra vida ordinaria.